martes, noviembre 28, 2006

Un ejército moderno



Me dicen mis contactos en la POTAN ( Por un Orden Total Absoluto y Noble ), que se ha terminado de diseñar un nuevo equipamiento para las tropas de este nobilísimo organismo ya que el actual, mas bien sencillito y light, como de ir por casa, vamos, no ofrece mucho respeto en los lugares a los que los envían para imponer el orden total y para recuperar y restablecer los nobles sentimientos que algún día tuvieron los naturales de países enfrentados por un quítame allá esas pajas (con perdón). Como digo, mis contactos, que son muy serios y fiables (y si no lo son ya saben que les corto el suministro de gazpacho andaluz en verano y en invierno el manchego que con tanta fruición y deleite trasiegan en cantidades industriales) me han enviado el boceto definitivo (ver foto) que se aprobará en la próxima reunión de países miembros. Estos uniformes y sus correspondientes complementos tienen mucha miga que desmigar, según me dicen. En primer lugar, los diseñadores tuvieron que exprimir a fondo sus entendederas para resolver el problema de la micción y la evacuación de los residuos sólidos, que no es pecata minuta, como se pueden imaginar. No se les podía dejar a los aguerridos soldados en una situación de indefensión cuando, en pleno ejercicio de su misión, sintieran un imperioso deseo de hacer pis. O, no se les podía obligar a salir de la trinchera cuando los retortijones que les producían el potaje de garbanzos que habían comido (entre tiro y tiro, no se vayan a creer que paran la guerra para comer, como hacía Gila), impelían por salir del intestino grueso vía rápida y directa al esfínter ya incapaz de frenar el empuje. Pues nada, solucionado, dos bolsas de plástico reforzado situadas en bolsillos de tamaño adecuado a ambos lados de las caderas (una para el liquido y otra para el sólido) y que conectadas a la pilila y al sufrido esfínter hacen las veces de inodoro portable. Cuando están llenas, y en un respiro durante la batalla, se extraen de los bolsillos y se lanzan, cual mortífera bomba de mano, al exterior de la trinchera, volviendo a introducir bolsas nuevas.

Otro artilugio que incorporan estos novísimos uniformes son unas placas a la altura del corazón y de los pulmones y que están destinadas a enviar, por frecuencia modulada (FM), a un receptor situado en el hospital del Cuartel General donde, médicos especialistas en cirugía cardiovascular y pulmonar, reciben información en tiempo real del estado físico de cada soldado, y en el caso de alguna anormalidad se comunica con el oficial de la compañía a la que pertenece el soldado averiado para su traslado urgente a la UCI del hospital de campaña mas próximo con lo que se evitan las muertes por parada cardiorrespiratoria, tan frecuentes o mas que las producidas por armas de fuego, debidas al estrés y la ansiedad que padecen los soldados en el frente de batalla.

También han procurado, los diseñadores de este equipo militar, proteger a los soldados de otro peligro que también se cobra muchas bajas: Las minas antipersonas. Para esto han ideado unas botas superfuertes que constan de una suela tipo sándwich en la que se superponen en varias capas intercaladas suela de cuero, suela de acero y suela de goma, además de ensanchar notablemente la suela correspondiente a la talla del soldado para que ofrezca mayor superficie de protección. Y por último además de rodilleras, espinilleras, muñequeras, coderas, guantes, chalecos antibalas, soporte sobre los hombros para escafandra receptora de oxígeno a la vez que protectora anti gases, les han incorporado a los pantalones un sinfín de bolsillos para guardar armas cortas, sandwiches, tabaco, güisqui, chicle, chocolate, planos, linternas de rayos infrarrojos y demás chuches necesarias en una guerra.

He expuesto lo referente a protección y seguridad de esta pocholada de equipo pero también se ha modernizado las armas ofensivas: Se complementa el equipo con un súper fusil que se fabrica él mismo la munición con lo que se facilita la movilidad del soldado al suprimir los cargadores de balas que tanto incordian a la hora de arrastrarse por un campo embarrado. El fusil, un RC33kli88, emplea el mismo material para la vaina y para la bala, es un compuesto químico liquido que es portado por el soldado en una mochila situada en su espalda y que, mediante un tubo flexible, es llevado al fusil en el cual una especie de serpentín lo va transportando por diversos calentadores, moldes, prensas, enfriadores y calibradores que convierten cada milílitro del liquido de la mochila en una bala con su correspondiente vaina y detonador, la cual es colocada en la cámara de tiro a razón de mil balas por segundo.

He creído que esta noticia podía ser interesante para los lectores de este blog que me honran con su visita. Que les sea leve.

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2 Comments:

Blogger Isabel Barceló Chico said...

Querido amigo, esto sí que es un ejército moderno, y lo demás son cuentos. ¡Si hasta dan ganas de alistarse...! Cualquier día de estos inventarán cómo matar a los enemigos directamente desde casa (me refiero desde casa de cada soldado), que además de producir muchísimo menos estrés, es, en general, más saludable. Para que luego digan que la humanidad no progresa... Besitos.

8:13 p. m.  
Blogger Juan said...

Encantadora Isabel, dicen que cuando el diablo no tiene que hacer mata moscas con el rabo, pues eso,como no tengo nada que hacer (estoy jubilado) me exprimo las neuronas para encontrar algo qué decir en este modesto blog que es un pasatiempo para mi. No quiero escribir sobre política porque me produce sarpullidos en la dermis y mis conocimientos en otros temas no pasan de ser modestos. Ya quisiera yo poder escribir como tu lo haces. Me he pasado la vida correteando por montes y valles construyendo carreteras, presas, tuneles, puertos de mar, etcétera, etcétera. No me ha quedado mucho tiempo para formación intelectual. En cambio he vivido experiencias que en cualquier otra profesión no habría podido disfrutar. Besos (no me atrevo a llamarte querida) Isabel

9:11 p. m.  

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