Antropología constitucional
No es que me las quiera dar de play boy o un don Juan o un conde Lequio cualquiera, no, pero a lo largo y a lo ancho de mi vida, si que he tenido algunos encuentros galantes con damas de buen ver, mas o menos liberales y mas o menos liberadas, por lo que creo tener la experiencia suficiente como para afirmar que nunca he visto, ni he pensado que existiera, un culo tan rotundo, tan espléndido y tan perfecto en su geometría como en su antropología constitucional.
Dudo yo si será real o producto y resultado de haber pasado la foto de esta señorita por ese programa de retoque fotográfico llamado Adobe Photoshop, famoso por los milagritos que consigue, quitando donde sobra y añadiendo donde falta. Quiero pensar, como dicen los cinéfilos, que la realidad supera la ficción y que Dios ha dotado a esta joven con este atributo femenino tan despampanante con la idea (¡que mala leche, coño!) de probarnos, como hace siempre que nos manda alguna tentación irresistible, si, para probarnos y ver si somos capaces de comportarnos como hombres buenos y sensatos y no violaremos el sexo mandamiento..., no, no, quiero decir el sexto mandamiento de su ley, aún poniéndonos delante este portento de la anatomía femenina. ¿Tan poco de fiar somos?
Pero..., siempre hay algún pero joer!, ¿donde está la pierna izquierda que hace juego con la derecha?.
Misterios de la naturaleza..., o de la cámara..., o del diablo cojuelo..., o vaya usted a saber...
Etiquetas: Erotismo
4 Comments:
Le quedo muy agradecido por dedicar unos minutos a la lectura de mis efemérides y, en particular, a su ambale comentario. Espero que repita su visita y continue con sus aportaciones.
Reciba un afectuoso saludo.
Gracias Mari Carmen por el comentario. A mi también me ha parecido algo raro pero ¿que quieres?, los hombres somos así (algunos más que otros) de ingenuos y cuando un culo nos llama la atención no pensamos en nada mas.
Mari Carmen,me refiero a culos femeninos, ojo!
Extraña foto...
la criatura parece que está en el salón de una casa cualquiera, con su mesa de comedor y su aparador...
el culo es tremendo, digno de una tribu entera de negras...
Y la pierna que no se ve... quizá sea coja la criatura y no quiera mostar el muñón.
Pero sobre todo, ¿qué coño hace subida en una silla?
Juan, tú buscas las fotos en sitios muy raros eh... a ver si las buscas sólo en sitios pervertidos, como yo...
Abrazos!
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