lunes, octubre 16, 2006

Risoterapia



Anuncio leído en el periódico La Verdad de Murcia
Taller de Risoterapia
8º Curso
Información:
"El sentido del humor es la capacidad natural de la especie humana que hace que la vida no sólo sea soportable, sino además rica, placentera y deseable", en realidad, la risa es una forma muy sana de comunicación y se le considera "la distancia más corta entre dos personas".
Aprender los beneficios de la risa, y redescubrir nuestro niño interior, nos puede dar la posibilidad de pasar de los pensamientos negativos a las emociones positivas; alegría, buen humor, optimismo, entusiasmo por vivir, incluso aumentar nuestra estima y capacidad de encontrar soluciones a distintos problemas.

Pues si señor, ya me estoy descuajeringando de risa nada más terminar de leer el citado anuncio. Me ha echo el efecto de la purga de Benito, que tenía que tomarla sentado en el inodoro porque no le daba tiempo a ir desde la cocina al baño. Pues a lo que iba..., si es que la risa no me deja..., estaba pensando, digo, en los ilustres sabios de la antigua Grecia, de la Roma imperial, del lejano y sapientísimo Oriente, de la tradicional sabiduría del mundo árabe y judío, de los ilustres pensadores europeos (de América no recuerdo ninguno en este momento y de Oceanía tampoco), todos ellos, que pusieron a tope de vueltas su máquina de pensar para intentar descubrir una formula que hiciera a los hombres (y también a las mujeres, claro) más felices y pudieran hartarse de comer perdices, digo que, por las imágenes y descripciones que nos han llegado hasta hoy, eran todos, sin excepción de razas y color de su piel, unos paniaguados, serios como los elefantes (¿ha visto alguien reír a un elefante?), con una cara de póker que no se podía aguantar, y pensaban que la vida es una cosa muy seria como para tomársela a risa ni a cachondeo hilarante, como hacían los tontos de sus respectivos pueblos. Estos sesudos pensadores no consiguieron dar con la dichosa formula para llenar de alegría y felicidad a la humanidad y hoy descubro que un gabinete de alegres y risueños psicólogos, pasando por encima de unos tres mil años de estudios y propuestas que no dieron fruto, anuncian que simplemente con la risa la vida puede ser soportable, rica, placentera y deseable.

La verdad, lo que sí me parece de risa es la buena voluntad de estos risueños psicólogos que pretenden hacer reír a las personas que tienen que pagar una hipoteca que sube y sube y seguirá subiendo; que tienen que pagar los gastos de colegios, institutos y universidades, los plazos del coche, la última enciclopedia que compraron, de renovar constantemente su vestuario, de marca por supuesto, para estar en la onda; que tiene que pagar los plazos de las vacaciones en Punta Cana, a esos jóvenes sin alternativas de ocio entregados al alienante fútbol o al botellón y a las drogas; a las personas que tienen que esperar meses o años para encontrar un trabajo digno y estable que les permita independizarse, formar un hogar y dejar, en buena hora, la casa de sus padres; a esos inmigrantes ansiosos y angustiados por encontrar un trabajo ......, por si todo esto fuera poco vivimos en un mundo que es una bomba (o varias) de relojería, desde luego que es para reirse. En fin, me bajo del pedestal porque con la risa me voy a dar un costalazo.

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