Si no lo veo...
¿En cuantas ocasiones hemos dicho ante un suceso o una situación extraña, inverosímil o absurda: “Si no lo veo no lo creo”?. En muchas, a todos nos ha pasado, seguro. Pues resulta que paseando, paseando, he encontrado algunas imágenes que si no fuera porque son fotografías reales (nada de Photoshop) yo diría: “Si no lo veo no lo creo”. Y ustedes también.
Y si no lo creen, vean, vean.
¿Es creíble ver a un soldado del ejercito más poderoso del mundo moviéndose por una aldea ocupada de Afganistán montado en un humilde burro?. No.
¿Pertenecerá al arma de caballería pero al ejercito no le llega el presupuesto para comprar caballos?. Es posible. Algunas economías se han salvado suprimiendo la ración diaria de chocolate al loro.
No todo ha de ser ridículo, el humilde burro ha tenido, por un vez, la honrosa misión de transportar sobre su lomo a un soldado del ejercito más poderoso del mundo. Ahí es nada. ¿Le concederán alguna medalla al mérito del transporte bélico?
Sigamos viendo.
¿Es creíble ver conduciendo a una señora con los air bag desplegados?. No.
Esta señora debe ser tan precavida que habrá dicho: “Para que estén guardados mejor es que los lleve puestos y bien sujetos no sea que...”. Puede ser así, que alguna vez nos hemos enterado de que un automovilista ha demandado al fabricante de su coche por que el air bag no ha funcionado en el accidente frontal que tuvo contra un trailer de ocho ejes, a consecuencia del cual tuvieron que recomponer su osamenta con seis kilos de titanio. Y es que a la señora de la foto le da un pánico cerval entrar en un quirófano. Se comprende.
Si alguno de ustedes se encuentra de cara, por ejemplo en un supermercado, con una señorita como esta ¿Cual sería su exclamación mas natural? Pues naturalmente esta: “Si no lo veo no lo creo”. ¿Estará promocionando alguna marca de bragas?. Es posible. En estos tiempos en que el marqueting planifica nuestra vida, nuestros deseos y nuestras apetencias, todo es posible.
A continuación de la frase antedicha seguirá la de “¡A donde vamos a llegar!”. Pues a donde íbamos simplemente.
¿Y que me dicen de esta foto seguramente tomada por algún turista en una visita guiada a un safari fotográfico?
Primero habrá dicho lo de rigor: “Si no lo veo no me lo creo”, y a continuación, ¡zas! disparo de cámara. “Tengo que cazar esta imagen por que si, a la vuelta, lo cuento no se lo van a creer”. Joder!, cuando vuelva a la oficina el emulo de Rodríguez de la Fuente: “¡No os podéis imaginar la de escenas de animales salvajes que he visto!”. “No he podido hacer más porque el guía no me ha permitido acercarme a las fieras que si no os ibais a quedar con la boca abierta”.
¿Para qué seguir?. Son unos pocos ejemplos con los que se justifica esa frase tan manoseada y tan manida que a veces decimos sin sentido y sin motivo. ¿No les parece?.
Salud y buen finde.
Y si no lo creen, vean, vean.
¿Es creíble ver a un soldado del ejercito más poderoso del mundo moviéndose por una aldea ocupada de Afganistán montado en un humilde burro?. No.
¿Pertenecerá al arma de caballería pero al ejercito no le llega el presupuesto para comprar caballos?. Es posible. Algunas economías se han salvado suprimiendo la ración diaria de chocolate al loro.
No todo ha de ser ridículo, el humilde burro ha tenido, por un vez, la honrosa misión de transportar sobre su lomo a un soldado del ejercito más poderoso del mundo. Ahí es nada. ¿Le concederán alguna medalla al mérito del transporte bélico?
Sigamos viendo.
¿Es creíble ver conduciendo a una señora con los air bag desplegados?. No.
Esta señora debe ser tan precavida que habrá dicho: “Para que estén guardados mejor es que los lleve puestos y bien sujetos no sea que...”. Puede ser así, que alguna vez nos hemos enterado de que un automovilista ha demandado al fabricante de su coche por que el air bag no ha funcionado en el accidente frontal que tuvo contra un trailer de ocho ejes, a consecuencia del cual tuvieron que recomponer su osamenta con seis kilos de titanio. Y es que a la señora de la foto le da un pánico cerval entrar en un quirófano. Se comprende.
Si alguno de ustedes se encuentra de cara, por ejemplo en un supermercado, con una señorita como esta ¿Cual sería su exclamación mas natural? Pues naturalmente esta: “Si no lo veo no lo creo”. ¿Estará promocionando alguna marca de bragas?. Es posible. En estos tiempos en que el marqueting planifica nuestra vida, nuestros deseos y nuestras apetencias, todo es posible.
A continuación de la frase antedicha seguirá la de “¡A donde vamos a llegar!”. Pues a donde íbamos simplemente.
¿Y que me dicen de esta foto seguramente tomada por algún turista en una visita guiada a un safari fotográfico?
Primero habrá dicho lo de rigor: “Si no lo veo no me lo creo”, y a continuación, ¡zas! disparo de cámara. “Tengo que cazar esta imagen por que si, a la vuelta, lo cuento no se lo van a creer”. Joder!, cuando vuelva a la oficina el emulo de Rodríguez de la Fuente: “¡No os podéis imaginar la de escenas de animales salvajes que he visto!”. “No he podido hacer más porque el guía no me ha permitido acercarme a las fieras que si no os ibais a quedar con la boca abierta”.
¿Para qué seguir?. Son unos pocos ejemplos con los que se justifica esa frase tan manoseada y tan manida que a veces decimos sin sentido y sin motivo. ¿No les parece?.
Salud y buen finde.
posted by Juan at 10:45
8 Comments:
El burro es un imperialistas. La burra también. La flaca, lo que daría por la flaca, y ni hablar del forúnculo que le ha salido a esa jirafa en el cuello. Pa no creerlo.
La últinma foto no es un montaje? Qué pasada Juan, pero ya sabes el dicho: "la realidad supera a la ficción"
Un saludo
A mi la de las "lolas" me ha dado el rato ¡Q uÉ fU e R tE!
:P
Y qué decir.
Era un sabio ese Santo Tomás, sobre todo ahora en la era del photoshop.
Geniales muestras de que todo puede ser.
Abrazos compañero de ruta.
Añadiría a tu lista de fotos, una que saqué en el aeropuesto J.F.Kennedy de Nueva York: un letrero indicando son imágenes todos los objetos que no podían subirse al avión, y entre ellos, nada menos que la imagen de una bomba, la clásica bola con la mecha encendida... Desde luego que saqué la foto, porque de lo contrario en mi casa no me habrían creído. Me ha encantado la imagen de la cebra subida al cuello de la jirafa. ¿Qúé se le habría perdido ahí? Besos, querido juan.
Alguno al ver las lolas pensará o son montajes o son para montarlas xD
Quitando la de la jirafa, yo creo que las demás están retocadas.
¡¡Saludos, Juan!!!
Después de tus vacaciones... traté de entrar a tu blog... y me aparecía como suprimido.
Hoy me he llevado la sorpresa de leerte de nuevo.
Me alegro, un abrazo.
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