Te miro y al verte...

Te miro y al verte sueño,
y en mi sueño veo
los pliegues rojos de tu intimidad,
los pétalos de tu virginal flor,
de leve y delicioso perfume,
suave y tersa, húmeda,
la textura delicada
de tu flor escondida.

Recónditas sombras,
que excitan el pensamiento
por los misterios que ocultan,
que incitan a penetrar,
a descubrir placeres
que a los sentidos turban,
a engendrar,
a sembrar vida nueva ,
destinos nuevos, nuevos azares.

Ha penetrando ciego, sin ver,
lanza en ristre y lanzado,
una vez ..., otra vez ...,
en frenético vaivén, va buscando
entre sus pétalos húmedos,
el tanto placer que guarda
una flor tan delicada,
una rosa como la tuya.

En tu flor casi oculta
por un vello pubescente
descansa mi estandarte,
otrora enhiesto y fuerte,
vencido y flácido ahora,
sin fuerzas ya,
tras la vibrante batalla
que no dolor, sino placer
ha sentido y ha gozado.

Te miro y al verte sueño,
y en mi sueño veo ....
que un sueño ha sido, y nada más.


Federico Fellini dijo una mañana al despertarse y mirar por la ventana: He llegado a la conclusión de que nuestros sueños son nuestra única vida real.