viernes, noviembre 03, 2006

Dichos y apostillas



Dichos y apostillas

La felicidad consiste en el desconocimiento de la verdad.
Giacomo Leopardi
¿pero que dices, que mi mujer me engaña con otro?, que va, no hagas caso, son habladurías, estamos más enamorados que nunca.

Pocas veces o nunca viene el bien puro y sencillo sin ser acompañado o seguido de algún mal que le turbe o sobresalte.
Miguel de Cervantes
pues sí, estábamos mi Mari Puri y yo tan a gustito en el huerto cuando el desgraciado del Ambrosio se puso a fumigarlo.

Las tristezas no se hicieron para las bestias sino para los hombres, pero si los hombres las sienten demasiado se vuelven bestias.
Miguel de Cervantes
eso es, lo mismo, lo mismito que les pasa a los hinchas futboleros.

El valor no consiste en vengarse sino en soportar la injuria.
William Shakespeare
ya... y después de soportarla, patada en los güevos.

En la vida no hay premios ni castigos sino consecuencias.
Robert Ingersoll
si, claro, las consecuencias de haber nacido en la chabola del tío Perico y la tía Ramona en lugar de haber nacido en la casa de los duques de Cádiz.

Lo verdadero es demasiado sencillo, pero siempre se llega a ello por lo más complicado.
George Sand
claro, porque mi Juanita no se deja así como así...

Si las pasiones y los sueños no pudiesen crear nuevos tiempos futuros, la vida sería un engaño insensato.
Henri L. Leonormand
pues sí, don Henri, la vida es un engaño insensato, los sueños sueños son y las pasiones unas desvergonzadas.

Hay que pensar como hombre de acción y actuar como hombre pensador.
Henri Bergson
o sea, pensar como el Bush y actuar como el Zapatero, ¿no?.

No esperes esperando, espera viviendo.
Enrique Agilda
eso, mejor que esperar el tren en el anden es hacerlo en la cafetería, desde luego que sí

Aquel que de verdad desea conocer el Yoga, va más allá de las palabras de los libros.
Krishna
sí, sí, va mas allá, a la India, y se pone a meditar sobre la santidad de los saltamontes hasta quedarse flaquito, flaquito, flaquito, y en ese momento, ¡zass!, conoce el Yoga.

Las escrituras son letra muerta. ¿Por qué no venís a Mí que soy la Fuente de la Vida?
Jesucristo
pues verás, ahí discrepo contigo Maestro. Para mí, el chorro seminal que mana del falo erecto es la verdadera fuente de la vida.

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